En caso de que la avería sólo nos afecte a nosotros y se produzca una sobrecarga, la primera medida que se debe tomar es desconectar o desactivar el interruptor principal, esto se puede hacer si contamos con los fusibles.
Luego debemos indagar cuál es el fusible que está fundido, cuando se haya detectado, lo vamos a suplantar por otro que esté en buenas condiciones y posea las mismas características que el anterior.
Para aliviar la sobrecarga que ha obtenido el circuito, vamos a desconectar alguno de los artefactos de gran consumo y luego volveremos a conectar el interruptor principal (el que sustituimos).
Otra causa, es que quedemos sin luz eléctrica por un cortocircuito, si es así, la avería puede haberse producido por una serie de puntos, es decir, que el efecto se generó por un aparato, o una lámpara, en los enchufes y las conexiones, y más. En esta circunstancia, es mucho más difícil detectar la causa originaria.
Hoy, existen diversos sistemas modernos que facilitan con notabilidad la localización de las averías, esto es porque aíslan el circuito afectado y por lo tanto, restringen los puntos posibles. Por ello, en este caso es conveniente que desconectemos todos los artefactos y puntos de iluminación que tienden a alimentarse de él y conectarlos uno tras otro, hasta que ubiquemos el que originó el cortocircuito.
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