jueves, 10 de septiembre de 2015

Fachada: Cómo reparar y pintar

Es una tarea sencilla y se recomienda hacerla por sí mismo pues la mano de obra suele ser muy costosa. Mas no te confíes de la amplitud de la obra pues por más pequeña que sea, puede tomarte algún tiempo.
Debes cerciorarte de tener todos los elementos para laborar; adquiere un andamio que sea estable, pues una escalera haría el trabajo más difícil y peligroso, no necesitas comprarlo puedes alquilarlo en caso de que sólo realices trabajos puntuales.



Preparación del soporte

Evalúa el área por si necesita ser reparada de grietas, manchas de humedad, moho, entre otros.

En la zona que esté descascarillada vas a quitar la pintura vieja y eliminarás la antigua capa o revoco, donde, al golpearlo sientas que su sonido es hueco.
Luego de rascar las grietas -en caso de tenerlas-, ráscalas y séllalas con un producto especial para exteriores. Retira también el verdín, moho y sobras de salitre, en este caso, emplea un fijador o como otra opción y complemento, un producto hidrófugo.
Indaga la causa de las manchas: Confirma que la bajada de los canalones (conducto que recibe y vierte el agua de los tejados) no está tapada o si se producen fugas por esa vía; debajo de la terraza y balcón, revisa y cerciórate de la impermeabilidad de las juntas y uniones de las bajadas de agua.
Si notas que la humedad refluye por efecto de capilaridad desde el suelo, lo recomendable es que solicites a un especialista.
Si tu fachada está en buen estado pero con suciedad, tienes que lavarla con agua y lejía, para ello, mezcla 5 litros de agua por un litro de lejía, previamente a la pintada.

Ahora procedes a pintar, no sin antes colocar una imprimación de un revoco especial que optimice la impermeabilidad de la pared.

Aplicación e la pintura

Es conveniente no comenzar a pintar si hay viento, esto proporcionaría polvo y éste se introducirá en la pintura. Recuerda proteger todos los elementos que no vas a pintar, así como también la vegetación y áreas que podrían ser salpicadas.

Para las fachadas vas a utilizar una pintura especial: Acrílica, que tenga buenas características de impermeabilidad y que por supuesto, tenga un secado rápido; otra puede ser estolite, la cual forma una película porosa impermeable que deja respirar a la obra de trabajo. Todos los productos se implementan con un rodillo en capas cruzadas. No olvides comenzar desde la parte superior.

Emplea la segunda capa cuando la pintura haya secado completamente.

En componentes de carpintería que estén en el exterior, como lo son las puertas, ventanas y postigos (puerta falsa que generalmente está colocada en sitio excusado de la casa), vas a escoger un esmalte, un barniza (de color o transparente), o un lasur (producto de impregnación decorativa). Luego de decapar la pintura anterior y de haber lijado sutilmente la madera, aplicarás estos productos. Si la madera es nueva, sólo tienes que usar una mano de tapaporos.

Para los componentes metálicos, como postigos, canalones y barandillas, es de vital importancia que retires por completo el óxido y la grasa de los metales nuevos. En esta oportunidad, vas a aplicar una capa de pintura anti óxido, previa a la pintura de acabado, para ésta darás dos manos o dos capas de pintura de óxido.

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