Hay distintas variedades de suelos de madera que puedes tener instalados en tu casa, desde los de madera maciza, los llamados industriales, los flotantes o los laminados. A su vez, pueden encontrarse los pisos entablonados, conformados por tablas de madera maciza de distintos largos que se encuentran encastradas unas con otras, y los pisos tarugados, los cuales a diferencia del anterior el largo de sus tablas es uniforme.
Con el paso del tiempo sumado a los distintos usos, estos pisos comienzan a rayarse y a estropearse. También puede suceder que al momento de adquirir una casa, alguna de sus habitaciones tenga instalado cualquiera de los pisos que nombramos anteriormente en mal estado. Por eso, si no cuentas con el dinero necesario para contratar a un especialista, aquí te mostraremos como refaccionar tus maderas para que vuelvan a lucir tan bien como antes.
Luego de quitar todos los muebles que se encuentren dentro de la habitación a restaurar, comienzas a lijar con grano de 40 toda la superficie. A continuación tienes que hacerlo nuevamente pero con lija de 120, para darle mayor suavidad al piso. Luego se debe aspirar todo el polvo que haya quedado.
Siguiendo con el proceso de pulido se realiza una última pasada con lija bien fina para darle uniformidad y buena terminación al piso de madera. Al terminar, se debe limpiar profundamente toda la superficie, a través de una aspiradora potente y luego con la ayuda de un trapo húmedo quitar cualquier rastro de polvo que haya quedado tanto en el piso como en los zócalos y paredes.
Como último paso para concluir el trabajo, debes aplicar varias manos de barniz de poliuretano con el tinte elegido. Este tipo de barniz es más elástico y resistente, protegiendo el piso de los movimientos de la madera como también de distintos factores agresivos.
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