Lo primero que debes tener en cuenta antes de comenzar a pintar una habitación es preparar la superficie, por lo que hay que examinar que no haya manchas de humedad, hongos o pintura en mal estado o sea que se este descascarando. Si se detecta algo de lo mencionado anteriormente, una buena solución es usar una espátula para remover las partes sueltas o agua con lavandina para quitar los hongos. Sin embargo, si no se encuentran ningunas de estas características, también es recomendable lijar suavemente la pared y dejarla limpia.
En el caso que hayan quedado agüeros luego de quitar la decoración anterior, debes utilizar enduido para taparlos, si llegasen a ser muy profundos, lo mejor es aplicar 2 manos, ya que el material se contrae al secarse. Luego de verificar que este seco, lijarlo suavemente para que toda la superficie quede uniforme.
Cuando la pared a pintar es nueva, se la debe dejar al menos 6 meses para que elimine la alcalinidad del revoque en el exterior y un año en el interior. Si te parece mucho tiempo y estás apresurado en dejar tu casa atractiva, puedes acelerar el proceso utilizando ácido clorhídrico diluido en 10 partes de agua, luego de su aplicación se recomienda enjuagar con abundante agua. Antes de aplicar el fijador deja secar el área.
Los materiales que debes tener son lo siguientes: pincel, rodillo (para pared o para cielo raso), bandeja (para mojar el rodillo o pincel), escalera, cinta de enmascarar (para tapar la superficie cercana que no se desea pintar, marcos, otra pared, etc.).
Cuando la habitación a pintar carece de mucha luz, se recomienda utilizar colores claros para que no oscurezcan más el cuarto. En el caso que desees más de un color, debes tener en cuanta que sean de la misma gama para obtener una buena combinación.
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