Decapado
Pintar sobre una pintura vieja luego de haber lijado superficialmente, para poder facilitar la adherencia de la capa nueva es una acción válida, sin embargo, de vez en cuando es necesario que se decapen los elementos metálicos o de madera, sean marcos de puertas o ventanas. Para esto puede utilizarse un decapante químico que se emplea con la brocha, una lamparilla de soldar en la cual la llama quemará la pintura y una pistola de aire caliente.
Se presenta el mismo inconveniente si queremos pintar sobre el papel pintado, aunque en este caso se requiere de un número de capas mayor para compensar que el papel absorbe peor al decapante. Por ello, es preferible quitar el papel viejo, esto nos permite tener una superficie más limpia y lisa, condiciones necesarias si se quiere tener un lacado.
TIP
Decapar con calor: Con la lamparilla de soldar y la pistola de aire caliente, realizarás un buen trabajo, esto por supuesto, si se toman las debidas precauciones. Debes procurar en el primero de los casos, de fijarte en que no mantengas la llama fija por tanto tiempo. La lamparilla te da la posibilidad de laborar en áreas donde el suministro de energía eléctrica no existe, en cambio, con la pistola de aire caliente es nulo el riesgo de quemar el soporte. Ambos instrumentos presentan ventajas e inconvenientes.
Aplicación de la pintura
Antes de pintar debes proteger las zonas que no utilizarás, esto lo harás con la ayuda de una sábana o lona para la superficie local y cinta de pintor o papel periódico para áreas más pequeñas.
Si vas a pintar el techo, te recomendamos que comiences por éste, pues es difícil que luego se manche. Cuando prepares todo para trabajar, debes dejar los rodillos unas horas antes remojándose y también debes retorcer o doblar las brochas para que se salgan las cerdas flojas.
Prepara la pintura; si deseas conseguir un blanco crudo usa un colorante que se añada a la pintura.
Diluye previamente la pintura con el disolvente indicado, sea agua, disolvente o aguarrás (aceite volátil de trementina). Haz las mezclas adecuadas, como por ejemplo, para aclarar un color. Si no crees saber si la mezcla está bien, prueba dando unos brechazos sobre un panel de madera en modo de muestra.
Para que la pintura te resulte homogénea, puedes utilizar un bastoncillo o un agitador que se adapte al portabrochas de la taladradora.
Tamizado de la pintura
El tamizado se hace para depurar, entonces cuando tengas que volver a utilizar la pintura luego de algún tiempo, tal vez sea necesario que la tamices para que elimines la piel o costra superficial, que haya podido formarse en la superficie.
1. Para qué tamices la pintura, utiliza una media estirada en la parte superior del cubo.
2. Cuando hayas colocado la media cabalmente, vierte la pintura con precaución para que no se sobrecargue.
3. La brocha te puede facilitar el paso de la pintura.
4. Finalmente, retira la media con cuidado para impedir que caigan los sobrantes.
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